¿Alguna vez has cogido una mariquita y ha recorrido tu mano? ¿Te has sorprendido contando sus lunares? Las mariquitas, esos insectos tan adorables y pequeñitos, consideradas símbolo de buena suerte en muchas culturas. Muchas son las razones que hay para que nos gusten, una de ella es que son muy beneficiosas para los cultivos ya que contribuyen a controlar las plagas no deseadas.
¿Qué son las mariquitas?
Las mariquitas (Coccinellidae) pertenecen a una familia de escarabajos muy conocida. Su colorido y sus puntos sirven para mantener alejados a los depredadores. Además, pueden segregar un fluido por las articulaciones de las patas de sabor muy desagradable si se sienten amenazados.
Las mariquitas en la historia
En la antigüedad, se creía que este pequeño insecto era un mensajero de los dioses. Para los agricultores, era un símbolo de protección que se relacionaba con la Virgen María. Cuenta una leyenda que los agricultores, siendo asolados por una plaga de pulgones, rogaron a la Virgen María, y ésta envío miles de mariquitas que acabaron con la plaga y se salvaron sus cosechas.
- En Asia, se cree que tiene la capacidad para comprender el lenguaje de las personas y puede transmitir a Dios cualquier pedido. En esta cultura, también se cree que, si se posa en el brazo de una mujer casada sin hijos, pronto quedará embarazada. Otra superstición asiática cuenta que, si una mariquita es atrapada y liberada, volará hacia a tu verdadero amor y suspirará tu nombre al oído de esa persona.
- En China, la mariquita siempre representará la buena suerte.
- En Francia, si una mariquita aterriza sobre una persona, simboliza la limpieza espiritual, la salud, la renovación y la felicidad.
- En los Estados Unidos, si hay muchas mariquitas volando en la temporada de primavera, la cosecha de ese año será abundante; mientras que en Gran Bretaña la mariquita es un símbolo de buen clima.
Las mariquitas en la agricultura
A mucha gente le gustan las mariquitas por su color y sus puntos negros. Sin embargo, a los agricultores nos gustan por su apetito. La mayoría de las mariquitas comen con voracidad insectos que se alimentan de plantas, como los pulgones, por lo que ayudan a proteger las cosechas.
Las mariquitas dejan cientos de huevos en las colonias de pulgones y otros insectos parecidos. Cuando eclosionan, las larvas comienzan a alimentarse rápidamente. Hacia el final de su vida (entre tres y seis semanas) han podido consumir 5.000 pulgones. Las mariquitas pueden detectar señales, a través del olfato, producidas por las plantas como respuesta a la presencia de pulgón, y así localizan especies contaminadas por estos insectos. Generalmente, los adultos tienen la misma alimentación que las larvas, pero algunas también comen polen, néctar, hongos, o huevos. Una mariquita se estima que puede consumir más de mil de estos insectos durante el verano.
En muchos lugares del mundo se utilizan para lo que se conoce como control biológico de las plagas; es decir, se eliminan los animales perjudiciales para la agricultura utilizando sus enemigos naturales, en lugar de utilizar productos químicos. Por esta razón es muy importante elegir productos respetuosos con el medio ambiente, para no acabar indiscriminadamente con toda la fauna que puebla los cultivos, ya que las mariquitas son aliados en el cuidado de los cultivos. Una vez que acaben con ellos, su marcha será una buena noticia: la plaga estará erradicada.
De esta manera, cuidando el suelo, la biodiversidad y los recursos naturales, obtendremos alimentos más saludables y conseguiremos que la agricultura perdure en el tiempo.
Por todo esto, cuando veas aparecer mariquitas en tu cultivo, jardín o macetas, déjalas trabajar, pues estarán cuidando de ellos por ti.
“Aprecia las pequeñas cosas, valen mucho”