No se me ocurre otro plato tan emblemático y representativo de nuestra cultura como la tortilla de patata. Todos tenemos alguna reunión familiar, visita de amigos, salida al campo o momento especial en el que está ella, presidiendo la mesa. Una tortilla de patata, deliciosa a cualquier hora, desayuno, almuerzo, comida, cena o merienda. Por eso tiene un día especial, donde se reconoce su valía. Y no es un día cualquiera, se conmemora a nivel mundial. Se trata del 9 de Marzo, el Día Mundial de la Tortilla de Patata.
Con o sin cebolla, poco hecha o cuajada, fría o caliente, hecha en el momento o del día siguiente, sola o acompañada…
Hay tantos tipos de tortillas de patata como de personas, pero en lo que sí nos ponemos de acuerdo es en que es un plato delicioso, muy nuestro, que no falta en nuestros hogares.
Ese aperitivo que te tomas a media mañana, esa cena que compartes con tus seres queridos, ese bocata que sabe a gloria después de una larga caminata por el campo, la de casa o la del bar de abajo, la tomes donde la tomes, siempre es un placer para el paladar.
Hay quién fríe las patatas en la sartén y hay quién prefiere en microondas o airfryer (que tan de moda está). ¡He visto hasta tortillas hechas con patatas fritas de bolsa!
Sea como sea, no nos imaginamos la gastronomía española sin ella, nuestra rica tortilla de patata, valorada fuera de nuestras fronteras y que enarbolamos como bandera con orgullo.
Un poco de historia de la tortilla de patata
El 9 de Marzo, se celebra su día, el Día Mundial de la Tortilla de Patata.
El festejo se remonta al siglo XV en España, cuando se acudía el 9 de marzo, aniversario de la muerte de Santa Juana, al Convento de Cubas de la Sagra, donde había vivido esta monja con fama de sanadora. Al llegar la hora de la comida, la gente se encontraba a la altura de Fuenlabrada y sacaban sus viandas para reponer fuerzas. Lo más típico de llevar para la merienda del camino era tortilla y pan, de ahí quedó la tradición de celebrar el 9 de marzo con esta comida campestre a base de tortilla.
Hay varias teorías sobre el origen de la tortilla de patatas. Algunos estudios señalan que se originó en Extremadura, por un invento del Marqués de Robledo.
Otra leyenda afirma, que el General Tomás de Zumalacárregui, durante el sitio de Bilbao, inventó la tortilla de patatas como plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército carlista. Aunque se desconoce si es cierto, se decía que la tortilla comenzó a difundirse durante las primeras Guerras Carlistas. Otra versión de la misma leyenda afirma que lo inventó una anónima ama de casa navarra, en cuya casa paró el mencionado Zumalacárregui, la señora, que era pobre y lo único que tenía eran huevos, cebolla y patatas, acabó haciendo un revuelto con todo ello, revuelto que gustó mucho al general, que luego la popularizaría entre sus tropas.
También hay datos que citan que las distintas formas de preparación de tortilla de patatas se deben al cocinero aragonés Teodoro Bardají Mas que en la fecha ya más tardía del 17 de marzo de 1935 en el «Semanario ellas» da a conocer una receta original de su tortilla. Se trata de la que conocemos hoy como tortilla española pero con la variante de que no fríe con antelación las patatas.
Cómo se hace una tortilla de patata (a mi manera)
- Pela las Patatas Tarsa y córtalas a tu gusto (yo me dejo llevar por la inspiración, a veces estoy más de cuadraditos y otras de láminas finas).
- Calienta una sartén con abundante aceite (para freír patatas suelo usar aceite de girasol) y fríelas hasta que estén en su punto. Me gusta deshacerlas mientras se fríen para que quede la tortilla más homogénea, y no muy doraditas que luego quedan un poco duras. En este punto puedes añadir cebolla o no, lo dejo a tu gusto. Yo no le suelo añadir porque mis hijos detectan cebolla en cantidad subatómica y no les gusta.
- Retira las patatas del fuego. Suelo poner a escurrir el aceite sobrante para que quede más ligera la tortilla después. Sazona al gusto.
- Añade los huevos (a ojo, para que quede jugosita, y si son camperos de Campesana mejor que mejor). Los huevos de la última tortilla estaban trufados (los he tenido en un tupper con trufa negra de RF Trufas unos días, y les da un sabor de escándalo). Añado siempre un chorrito de leche (costumbre heredada de mi madre). Mezclo todo bien y pruebo para corregir el punto de sal.
- Añade la mezcla a la sartén con aceite caliente (retiro el sobrante de freír las patatas y dejo un poco para cuajar la tortilla). Espera a que los ingredientes se cuajen al gusto, tanto como prefieras. A nosotros nos gusta poco cuajada, que quede blandita.
Ahora ya sólo queda acompañarla de lo que tu quieras (una buena ensalada suele ser nuestra opción los domingos por la noche).
Bien es sabido que usando ingredientes de calidad, las comidas salen más sabrosas. Como siempre, te recomendamos que mires el origen de los productos que consumes así como la calidad de los mismos. Invertir en la calidad de los alimentos es invertir en salud. Te animo a que celebres este día con una sabrosa tortilla de patata hecha a tu gusto. Si te apetece, deja tu opinión en comentarios, estaremos encantados de ver las fotos de vuestras tortillas de patatas.
«Quédate con quien te desee tanto como tú a la tortilla de patatas de tu madre»
(Mr Wonderful)