Literalmente hablando, concretamente de estiércol de pollo. Estiércol de pollo es lo que usamos desde hace años como abono orgánico para enriquecer las parcelas que posteriormente vamos a sembrar de patatas. Si quieres saber por qué, cuándo, cuánto y cómo, quédate conmigo. 



¿Por qué estiércol de pollo?

El objetivo de la adición a las parcelas de estiércol de pollo es enriquecer el suelo para que así, cuando albergue las semillas de patata, este suelo será capaz de alimentarlas para su buen desarrollo.

El estiércol de pollo es rico en nitrógeno y materia orgánica. El nitrógeno es importante para el desarrollo de la parte foliar de la planta de la patata, mientras que la materia orgánica es necesaria que la patata inicie su crecimiento.

Además de estos dos componentes fundamentales, el estiércol de pollo contiene oligoelementos como potasio, calcio, hierro, sodio, etc. Vamos, que para desarrollarse, al igual que nosotros, la patata necesita unos nutrientes definidos en una cantidad determinada.

Existen diferentes calidades y tipos de estiércol que se pueden usar, de oveja, choto, pollo… La calidad de estiércol depende también de donde se ha dejado fermentar, paja o serrín, y de cómo se ha llevado a cabo el proceso.

Nosotros usamos estiércol de pollo porque es más fácil de dosificar que el de oveja o choto. El estiércol de choto normalmente va mezclado con paja, mientras que el de pollo va mezclado con serrín. Esto quiere decir que el volumen de 1 kg de estiércol de pollo es mucho mayor el volumen de la misma cantidad de estiércol de pollo. Esto hace que necesitemos invertir más tiempo y recursos en esparcir la misma cantidad de estiércol de choto que de pollo. Como ya habrás adivinado, la elección de paja o serrín depende de lo que sea usado en la granja para que los animales hagan, bueno, ya sabes.

¿Cuándo lo echamos?

“Quien ara en adviento, ara y abona al mismo tiempo”. ¿Qué quiere decir este refrán popular? Que el abonado se hace normalmente en invierno, antes de que nieve y llueva. Esto es la teoría, porque con esto del cambio climático, el tiempo está un poco loco. Pero seguimos haciéndolo unos meses antes de la siembra. En esta profesión como en todas, cada maestrillo tiene su librillo, hay personas que prefieren hacerlo antes o bien llegando la fecha de siembra.

¿Cómo lo echamos?

El estiércol se esparce sobre las parcelas con un esparcidor. Vale Gema, y esto que es. Pues a grandes rasgos es un remolque que tiene en la parte trasera unos molinetes que hacen que el estiércol salga en abanico, repartiéndose uniformemente por toda la tierra. El nuestro tiene unos 50 años, y funciona perfectamente. Lo arrastramos con un tractor, mientras que con otro tractor lo vamos cargando de estiércol. Y así vamos cubriendo toda la parcela (11 Ha), arriba y abajo hasta completar la friolera de 300 toneladas de este abono orgánico.

¿Cuál es el resultado?

Al enriquecer el suelo, dándole un aporte de nutrientes, conseguimos el buen desarrollo de la patata a lo largo de todas las etapas de su crecimiento. En Patatas Tarsa optamos por una gestión sostenible del suelo. Tras muchos años de experiencia, estamos reduciendo el laboreo innecesario y optando por fitosanitarios respetuosos con el medio ambiente. Así, podremos conseguir unos suelos más sanos y unas patatas más nutritivas. Cuidar el suelo es fundamental, produce todo lo que comemos, directa o indirectamente. Sin suelo no hay vida.

¿Y el futuro?

Como todo en esta vida, este proceso tiene sus pros y sus contras.

El problema de la utilización de estiércol de pollo es que éste puede llevar algunas impurezas, por lo que estamos ya implementando el uso de abono orgánico en forma de pellets en algunas de nuestras parcelas. Con los pellets el coste de producción claramente se ve incrementado, pero se reduce mucho el tiempo de trabajo así como los recursos que tenemos que emplear para su aplicación. Esto también reduce la emisión de gases contaminantes al reducir el uso de vehículos.

Por otro lado, la ventaja del estiércol de pollo es que el porcentaje de nutrientes es más elevado que el de los pellets. La cantidad de pellets que hay que aplicar para conseguir la misma concentración de nitrógeno y materia orgánica es mayor.

“La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de alta intención, esfuerzo sincero, dirección inteligente y ejecución hábil; representa la sabia elección de muchas alternativas”