Nuestra querida patata ha sido reconocida con un Día Internacional por la Organización de las Naciones Unidas, que celebramos este 30 de mayo de 2024 por primera vez. Este día nos recuerda la importancia de un alimento, la patata, que gracias a sus múltiples cualidades, se ha convertido en un indispensable en la dieta de gran parte del planeta.
La patata en la historia
La patata se cultivó por primera vez entre los años 8001 y 5000 a. C. en una región que comprendería lo que es hoy el sur de Perú y el noroeste del Altiplano boliviano. Desde entonces su cultivo y uso se ha extendido por todo el mundo convirtiéndose en un alimento básico en la gran mayoría de países de la Tierra. Actualmente existen más de 5000 variedades distintas.
Durante el siglo XVI los españoles, durante el descubrimiento de América, descubren también este tubérculo. Al volver al viejo continente, en primer lugar, se la consideró una rareza botánica, que se cultivaba como flor ornamental en macetas y jardines, pero no se destinaba a la alimentación. El consumo de los frutos de la planta (no de su raíz) terminaba a menudo en un dolor de estómago e incluso el envenenamiento, lo que aumentó la reticencia a ingerir esta planta durante aquella época.
No fue hasta que Antoine-Augustin Parmentier (1737–1813), agrónomo, naturalista, nutricionista e higienista francés, defendió las patatas como alternativa alimentaria (en Francia, como en casi toda Europa, no se la consideraba comestible). Con gran esfuerzo hizo que se abolieran las leyes que prohibían su cultivo e incentivó su consumo. En su honor, su apellido da nombre a la receta del puré de patatas. En nuestros días, la popularidad de las patatas está fuera de toda duda. Y aunque en lo últimos años su consumo en los países desarrollados ha disminuido, sigue estando muy presente en muchas culturas. Sin ir más lejos, en España tenemos la popular tortilla de patatas.
La patata como alimento indispensable
Hoy en día, la patata es un alimento indispensable para garantizar la seguridad alimentaria de muchos países. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la importancia de este producto es tal, que en apenas 200 años ha logrado situarse como el cuarto alimento más cultivado en el mundo, detrás del maíz, el trigo y el arroz. Las patatas tienen una importancia mundial para la seguridad alimentaria y la nutrición, y los productores en pequeña escala dependen de su cultivo sostenible para generar ingresos, proteger el medio ambiente y crear equidad social. La patata es uno de los principales cultivos básicos que se beneficiarían de iniciativas de promoción con objeto de aprovechar su potencial de cara al cumplimiento de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular los siguientes: ODS 1: Fin de la pobreza; ODS 2: Hambre cero; ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico; ODS 12: Producción y consumo responsables; ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres, y ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos.
Nuestro querido tubérculo es un alimento fuente de energía aunque tiene relativamente pocos nutrientes. Esto se debe a que contiene gran cantidad de hidratos de carbono, principalmente almidón, estando presentes también la glucosa, fructosa y sacarosa en pequeña proporción. Además de hidratos de carbono, las patatas son el tubérculo con el contenido de proteínas más alto (aproximadamente 2,5% del peso del producto en fresco). Estas proteínas, según la FAO, están compuestas con aminoácidos adecuados a las necesidades humanas. Otros nutrientes presentes en la patata son el potasio que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso, vitamina C, ácido fólico, vitamina B6 (21% de la cantidad diaria recomendada), fibra y minerales. Casi un 80% de su contenido es agua. Es un alimento bajo en calorías y grasas, por lo que no debe faltar en tu dieta. Puedes consultar la información nutricional de la patata aquí.
Uno de los datos más importantes hoy en día del cultivo de las patatas es que destaca por su uso eficiente del agua. Las patatas tienen más alimento por unidad de agua que cualquiera de los demás cultivos principales. Con la misma cantidad de agua, la patata genera el doble de proteína que el maíz y el trigo, y el doble de calcio que el trigo y cuatro veces lo que se genera en el arroz. Por esta razón, según la FAO, si se aumentara la proporción de patatas en la alimentación, se reduciría la presión sobre los recursos hídricos.
¿Te imaginas la vida sin patata?
¿Qué sería de la gastronomía mundial si de repente nuestra querida patata desapareciera?. A lo largo y ancho del planeta, son numerosos los países que cuentan con patata entre sus platos más típicos.
Las samosas, los korokke y las bondas son platos realizados con patatas que puedes encontrar dentro del recetario de la cocina asiática.
Nuestro vecinos europeos también tendrían que lamentar pérdidas de platos suculentos. ¿Quién no ha oído hablar de los famosos fish and chips en Reino Unido y el shepherd´s pie en Irlanda?. En Italia no habría ñoquis. En Francia no se podría degustar el riquísimo aligot y Alemania dejaría sin compañeras a sus tradicionales salchichas y no podría elaborar platos como kartoffelpuffers ni schupfnudels.
Y no nos podemos olvidar del continente americano, origen de las patatas. Platos tan representativos de su cocina tradicional como la papa a la huancaína, la causa rellena, la ocopa, las chapaleles, la chochoca o el milcao no podrían realizarse.
Y qué decir de la cocina española. Si no existieran las patatas, nos quedaríamos recetas tan deliciosas tales como nuestra tan típica y mundialmente conocida tortilla de patatas, sin olvidarnos de la ensaladilla rusa, las “papas arrugás” canarias, las patatas a la riojana. ¿Quién se resiste a unas buenas patatas bravas de aperitivo?
La patata, siempre humilde, pero que no falta en ninguna cocina. La patata, que no consigue ser valorada como se merece ni disfrutas de un status bien merecido en el ranking de popularidad de las hortalizas. Pero ¿qué sería de la gastronomía mundial si nos faltara?.
Espero que tras leer estas letras, mires de otra manera las patatas que tienes en tu casa, y les demos, aunque sea por hoy, las gracias por hacer nuestros platos más sabrosos y alegres.