Saber de dónde venimos y el legado que nuestros mayores nos han dejado, es fundamental para seguir avanzando con los pies en el suelo y afianzarnos en el camino. Hoy vamos a viajar a un pasado no muy lejano que ha determinado nuestro presente y probablemente nuestro futuro.
Un paseo por principios del siglo XX
Os voy a contar una historia de lucha, esfuerzo y superación. Una historia que empezó hace mucho, mucho tiempo, tanto como la edad de estas tierras fértiles de Pinarnegrillo. Pero para no alargarme, vamos a empezar a principios del siglo XX, con el nacimiento de una generación de hierro que sobrevivió a guerras, hambre y pobreza.
Por aquel entonces, en Pinarnegrillo, como en tantos otros pueblos de España, casi todo el mundo tenía su huerta. Vamos a coger a una de esas personas, el abuelo Sinfor, que, con su carro y su burro, vendía sus hortalizas en mercadillo para traer dinero a casa. Sin él saberlo, su producción era totalmente ecológica y sostenible, pero en esa época no se ponían etiquetas. Este tipo de producción debería seguir siendo lo normal, normalidad que por desgracia nuestra regeneración ha convertido en algo extraordinario. Comer sano y natural no debería convertirse en algo fuera del alcance de muchos, pero para eso es necesario cambiar muchas cosas y eso ya es otra historia.
Un homenaje a nuestros mayores
Gracias a esa generación fuerte, hoy estamos todos aquí. Vaya nuestro pequeño homenaje desde aquí a nuestros mayores y a todas esas personas luchadoras que se esfuerzan cada día por salir adelante a pesar de las dificultades.
“Si deseas algo que nunca has tenido, deberías hacer algo que nunca has hecho”