Tras contaros el inicio de Patatas Tarsa con el relato de La Pobrera, el Abuelo Sinfor y cómo emprendió Julián, llegamos a la cuarta entrega de este repaso a nuestra historia con la cuarta generación de agricultores (que sepamos). De la mano de Óscar nos adentramos en la era digital y de la responsabilidad social y medioambiental.

Óscar, el visionario
Óscar es de pueblo y está muy orgulloso de ello. Nació y creció en Pinarnegrillo, un pequeño pueblo situado a 30 km de Segovia. Pinarnegrillo tiene gran popularidad por aquí por la calidad de sus patatas y tomates. Sus bisabuelos, sus abuelos y su padre, y quizás antes de ellos muchas más generaciones, se han dedicado al cultivo de hortalizas y cereales. Óscar siempre cuenta que aún le parece oír a su abuelo Sinfor contarle cómo iba a vender sus productos a los pueblos aledaños con su carro y su burro. Pero los tiempos han cambiado, y a Óscar le tocaba hacer cosas diferentes.
Como tantos otros, Óscar decidió irse a estudiar a Madrid, buscando un futuro mejor. Allí estuvo trabajando y formó una familia con su maravillosa mujer Gema (se nota que escribo yo la historia). Pero algo en su interior le decía que eso no era lo que él quería. Óscar nunca se desvinculó del campo totalmente, siempre ha ayudado a su padre cuando le ha necesitado, pero no fue hasta después del nacimiento de nuestras dos hijas pequeñas, unido a una situación familiar y laboral insostenible, cuando nos dimos cuenta de que necesitabamos un cambio, una salida a nuestra situación. Esa solución en ese momento era Pinarnegrillo. Total, Óscar se fue solo y volvimos cinco….Óscar, Gema y nuestros 3 hijos.

La era digital
A partir de entonces, Óscar y yo decidimos aunar nuestros esfuerzos para lleva a buen puerto esta empresa. Sabíamos que teníamos que adaptarnos, había que cambiar el modelo para adaptarlo tanto a las nuevas tecnologías como a los gustos de los consumidores. Es complicado cambiar hábitos tan arraigados y más en agricultura, pero nos pusimos manos a la obra. Registro sanitario, etiquetado, inspecciones, nuevos envases, nuevas técnicas de cultivo, web, tienda online, redes sociales … poco a poco Patatas Tarsa se va acercando a lo que queremos que sea, un referente en el sector de la patata. No te lo voy a negar, los comienzos han sido difíciles, pero merece la pena.
La digitalización en la empresa rural es un factor clave para el desarrollo sostenible y la competitividad en el entorno agrícola. Estas son algunas de las maneras en las que hemos adoptado la digitalización en nuestro favor:
- Tienda Online: Las plataformas de comercio electrónico nos permiten a las empresas rurales llegar a un público más amplio y vender nuestros productos directamente a los consumidores, eliminando intermediarios y aumentando nuestros márgenes de beneficio.
- Capacitación y formación: La digitalización nos facilita el acceso a recursos educativos y programas de formación en línea, lo que nos permite adquirir nuevas habilidades y conocimientos sin tener que desplazarnos. Cada año solemos hacer varios cursos online de diversas temáticas relacionadas bien con nuestro trabajo o con nuestras inquietudes personales.
- Redes Sociales/Blog/Newsletter: Constituyen ahora mismo nuestra ventana a un mundo que no tiene límites. Sin ellas, nos resultaría tremendamente difícil poder dar a conocer las patatas de un pequeño municipio segoviano a toda España y mucho menos pensar en venderlas. Gracias a ellas podemos estar en contacto con personas de todo el mundo, hacerles partícipes de nuestro día a día y transmitirles nuestros valores.
- Cuaderno de campo digital: La adopción de tecnologías digitales, como sensores y sistemas de gestión de datos, nos permite a los agricultores monitorizar y optimizar el uso de recursos mejorando la eficiencia y reduciendo costos.
- GPS/Drones/Cámaras: Las tecnologías digitales nos ayudan a implementar prácticas agrícolas más sostenibles, como la agricultura de precisión, que reduce el impacto ambiental y mejora la productividad. Todo esto hace que podamos ahorrar tiempo y dinero, dos cosas que nos vienen realmente bien.
La digitalización es una herramienta poderosa que puede transformar el medio rural y ofrecer nuevas oportunidades para el desarrollo económico y social.

El cuidado del medioambiente
El cuidado del medioambiente en la agricultura es fundamental para garantizar la sostenibilidad y la salud del planeta, así como para poder tener cosechas de calidad durante muchos años más. Como ya te he comentado alguna vez, Óscar está siempre en continuo aprendizaje para poner en práctica nuevas formas de trabajo que nos permitan proteger el medioambiente y más concretamente nuestro suelo y biodiversidad. Algunas de las acciones que llevamos a cabo desde hace unos años son las siguientes:
- Rotación de cultivos: Alternar diferentes tipos de cultivos en la misma parcela ayuda a mantener la fertilidad del suelo y a reducir la aparición de plagas y enfermedades.
- Agricultura regenerativa y de conservación: Evitar el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, y optar por métodos naturales y/o ecológicos para el control de plagas y la fertilización del suelo. La agricultura regenerativa no solo busca mantener, sino mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y el equilibrio ecológico, ofreciendo soluciones sostenibles y viables para los desafíos medioambientales actuales.
- Conservación del agua: Implementar sistemas de riego eficientes, como el riego por goteo, y técnicas de conservación del agua.
- Cobertura del suelo: Utilizar cultivos de cobertura para proteger el suelo de la erosión y mejorar su estructura y fertilidad.
- Reducción de la huella de carbono: Implementar prácticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, como la reducción del laboreo al mínimo viable.
Estas prácticas no solo benefician al medioambiente, sino que también pueden mejorar la productividad y la rentabilidad a largo plazo. Y además, se refleja en la calidad de nuestros cultivos y preservan la biodiversidad de nuestro entorno.

La responsabilidad social
La agricultura tiene un impacto social significativo en nuestro entorno ya que Pinarnegrillo es un pueblo muy pequeño (100 habitantes con una media de edad de unos 70 años) eminentemente agrícola. La agricultura es una fuente importante de empleo, especialmente en estas áreas rurales. Proporciona trabajo a millones de personas, desde agricultores hasta trabajadores de apoyo en la cadena de suministro.
Concretamente en Pinarnegrillo no quedan muchos agricultores ya, pero los que quedan siguen trabajando para que este oficio siga vivo. Además contribuyen a fijar población creando puestos de trabajo que se cubren con personas del mismo pueblo o pueblos aledaños, en algunos casos en situaciones vulnerables. Esto evita el éxodo de esas personas a otros municipios a las ciudades, evitando la tan nombrada despoblación de la España rural.
La agricultura también contribuye al desarrollo económico de las comunidades rurales. Los ingresos generados por la venta de productos agrícolas pueden mejorar la calidad de vida de las familias y fomentar el crecimiento de negocios locales.
En nuestro caso, siempre que es posible, compramos todo lo que necesitamos para nuestra empresa en negocios de la zona, así como nosotros vendemos nuestros productos en Segovia y alrededores. Con esto contribuimos a un modelo de economía circular, creando y dejando la riqueza en la zona, que tanto necesita negocios y servicios.
En definitiva, Patatas Tarsa no solo vende patatas, que también (es nuestro negocio). Patatas Tarsa es una empresa con responsabilidad social corporativa. Cultivamos patatas con el fin de promover el empleo, la sostenibilidad y reivindicar la agricultura como forma de vida en el medio rural. Y por supuesto, para que tú disfrutes de una alimentación sana y natural con todo el sabor auténtico a patata, una patata con valores.