¿Sirve también la propiedad conmutativa que aprendimos en el cole para las comidas?. El pasado sábado, en la II Feria de Alimentos de Segovia, tuvimos el placer de tener de vecina a Esther Mínguez, de Campesana. Sus huevos camperos han demostrado ser el aliado perfecto para nuestras patatas, ¿los has probado?.
El tiempo nos tuvo en vilo toda la semana. Se canceló, y más tarde se activó, a última hora, sabiendo ya que las nubes nos darían tregua. El sol finalmente nos acompañó toda la jornada, haciendo brillar aún más nuestros productos.
Es de bien nacido ser agradecido
La jornada se inició con el tradicional saludo a las autoridades. Gracias a la Diputación de Segovia, Alimentos de Segovia y Prodestur, son posibles estos eventos. Las carpas, la música, las mesas, el cuidado constante de los componentes del equipo de Alimentos de Segovia, nos hace estar como en casa.
En nuestro caso literalmente, porque a las ferias vamos todos, Óscar, nuestros tres hijos, el abuelo y yo. Porque desde hace muchos años, nuestro lema ha sido “siempre juntos” y así seguimos. Porque juntos es todo más divertido.
Entre productores anda el juego
Segovia ya ha demostrado sobradamente que posee una riqueza gastronómica única. Y parte de esta riqueza se ha dado cita el pasado sábado 24 de Septiembre en La Faisanera Golf (Palazuelos de Eresma, Segovia).
Junto a nosotros, tuvimos el placer de volver a ver agente estupenda, trabajadora y con ganas de dar a conocer sus manjares que cuidan con esmero cada día. Siempre con una sonrisa en los labios, atendiendo a todo aquel que se acercó a conocernos.
Las Manitas de Sacramenia, los garbanzos La Cruz de Hierro, las patatas fritas de Las Damas, los vinos de Valmenia, los tomates y verduras de Martín Muñoz de las Posadas, la espirulina de Valsaín, los chocolates de Petit Salty Sweet, los manjares Charcutería Gourmet Henar, los encurtidos de Aceitunas Hilario, los deliciosos yogures de la Quesería de Sacramenia, los cochinillos de Tabladillo, Charcutería Natalia, Bodega Navaltallar, los ahumados de las chicas de Perser, Severino Sanz, los bollos de Panadería los Mellizos, los ibéricos de Vegaseca, las exquisitas cervezas artesanas de 90 Varas y Vamos a Beer, las tartas y empanadas de Panadería Juan Sanz, los productos hechos de cáñamo de Canniebas, las ricas fresas y frutos rojos de Vivero El Pinar, los caldos de la Bodega Camiruaga, los dulces de Crema y Chocolate. Se me hace la boca agua solo de revivir el momento.
Además de llevar nuestra patata agria de siempre, recién cosechada el día anterior, este año nos acompañó la patata violeta, también cultivada y cosechada a mano por nosotros en Pinarnegrillo. Su color siempre llama la atención, y su sabor en forma chips o en tortilla de patata sorprendió a todos aquellos que se acercaron a nuestro stand. Muchos de vosotros no conocíais esta variedad, y fue un auténtico placer poder explicar las características y propiedades de esta rica y original patata.
Siembre que vamos de feria, conocemos nuevos productos y nuevos productores, porque ¿realmente sabemos todas las maravillas que nos ofrece nuestra provincia?. En mi opinión la respuesta es no, nos queda mucho por descubrir.
Música, talleres y mucho más
Para amenizar la jornada, contamos con la actuación de Wine Notes, grupo que ha puesto voz a la campaña de Alimentos de Segovia. Los más pequeños pudieron disfrutar haciendo sus propios bollos con Raquel de Panadería los Mellizos. Y al caer la tarde, hubo una cata maridaje de cervezas y pan.
Se sortearon, entre todos los asistentes, dos cestas con productos de Alimentos de Segovia. Este año no hubo suerte y no me toco a mí, pero seguro que hay dos personas muy felices saboreando todos los productos de la cesta.
Pero, ¿sabéis qué fue para mí mucho más?
- Cuando tú me dijiste que te diera una bolsa de Patatas Tarsa, así, con nuestro nombre.
- Cuando tú me comentaste que comprabas nuestras patatas en la frutería de tu barrio.
- Cuando tú, cliente de la tienda online desde el principio, me dijiste que te encantaban nuestras patatas.
- Cuando tú, que no nos conocías de nada, probaste la patata violeta y rápidamente quisiste llevarte una caja a tu casa.
- Cuando tú compartiste en redes sociales tu bolsa de patatas y nos ayudaste a aumentar nuestra visibilidad.
- Y cuando tú nos dijiste lo mucho que valorabas nuestro trabajo y eras consciente de la situación que atraviesa el sector primario.
En definitiva, cuando te acercas a nuestro stand y podemos hablar cara a cara. Porque eso es lo que dan las ferias, cercanía, poder mirarnos a los ojos en esta época virtual y llena de prisas.
El valor de lo artesano
Cada vez que compres un producto/servicio a un agricultor, ganadero, artesano, en un comercio o comas en un restaurante, piensa en la trayectoria de ese producto/servicio y en la persona que lo suministra. Apuesta por la calidad y valora los alimentos que consumes. Porque esto repercute directamente en tu salud y en la de tu familia, y además contribuyes a que nuestros pueblos sigan vivos y a mantener un negocio rural en marcha.
“La vida no se vive en minutos, si no en momentos”